Cumplidos mis 70 años, contemplo mi entorno y mi bagaje y me quedo un poco abrumado ante la enorme cantidad de materiales que he ido acumulando, que tienen valor para mí, más que me urge pasar a los que vienen detrás, porque ya siento que no voy a permanecer demasiado tiempo por aquí.
Dejar las cosas arregladas, dice mi sentido de la responsabilidad. Y en ello estoy trabajando. Documentos, bienes con valor económico, compromisos... ya tengo adelantada la transmisión a mis descendientes de aquello que sé que les interesa recibir, pero lo que más sigue pesando en mi bagaje es la acumulación de cosas sin valor económico estricto que sólo a mi interesan.
Eso me hace replantearme la utilidad o la inutilidad de mis más continuas búsquedas en la vida.
Nenhum comentário:
Postar um comentário